Para recorrer las famosas colinas de Chocolate, más de 1.268 montículos de piedra caliza cubiertos de hierba, casi simétricas en forma y altura, dirígete a Carmen. Durante la estación seca se vuelven de color marrón, adquiriendo un parecido pasajero a un montón de bombones de chocolate; de ahí su nombre. Si quieres darles más emoción, recórrelas en un todoterreno.

Otros destinos turísticos populares son el Tarsier filipino y el Wildlife Sanctuary, en Corella. En este parque tendrás la rara oportunidad de acercarte al tarsero filipino en su hábitat natural. Con tan solo 15 centímetros de largo, este animal es uno de los primates más pequeños del mundo. El tarsero tiene los ojos muy abiertos, proporciones minúsculas, una naturaleza sensible y un encanto de lo más peculiar.

Si quieres vivir una experiencia de crucero única, dirígete a Loboc. Mientras desciendes lentamente por el río del mismo nombre, podrás disfrutar de un delicioso buffet filipino y una serenata representada por una de las comunidades locales.

Loboc Ecotourism Adventure Park ofrece a sus visitantes una tirolina y un teleférico al aire libre, desde el que se pueden disfrutar de unas impresionantes vistas aéreas del río.

En E.A.T Danao podrás vivir aventuras emocionantes. Cuando llegues allí, no dudes en preguntar qué es la ‘zambullida’. ¡Comprueba si eres lo suficientemente valiente como para descubrirlo en persona!

Baclayon es una gran parada para todos aquellos que disfrutan con la arquitectura histórica.

La iglesia de Baclayon es un edificio bien conservado que fue declarado tesoro histórico nacional en 1995. Su decoración antigua y sus reliquias religiosas, algunas de las cuales se exhiben en el museo de la iglesia, datan del siglo XVI.

En las inmediaciones de la carretera principal de Baclayon aún pueden verse hasta 65 casas ancestrales hispano filipinas, ¡algunas de las cuales datan de 1853!

Finaliza la visita con una parada en la tienda de regalos Aproniana, donde podrás comprar desde delicias locales hasta tarseros de peluche.

La isla de Pamilacan, muy cerca de Baclayon, ha sabido darse a conocer con el gran cambio que ha llevado a cabo, pasando de las prácticas de pesca destructivas al ecoturismo sostenible y la preservación marina. La mayoría de las personas se dirigen aquí para realizar avistamiento de delfines y ballenas, pero la isla también tiene playas accesibles de arena blanca donde se puede practicar buceo. Incluso, posee un fuerte español con siglos de antigüedad.