De hecho, Baguio fue el lugar de retiro o vacaciones de los estadounidenses que construyeron esta ciudad en el año 1900. Desde entonces se ha ido expandiendo, llegando a tener ahora una población de 30.000 habitantes.

Hoy, Baguio ofrece un mundo de aventuras.

Da un paseo por Session Road y compra en algún ukay-ukay (tienda de segunda mano). Lo vintage es la norma, así que busca artículos de marca a precios de ganga.

¿Buscas artesanía local? Los habitantes de la Cordillera son conocidos por su gran habilidad tallando y tejiendo. En el mercado del centro, por ejemplo, se venden todo tipo de bulul tallado, productos elaborados con tejidos de ratán, como las pasiking (mochilas típicas de la zona) y cestas en todas sus variedades. De hecho, una de las cosas más interesantes es ver a los artesanos en acción. Para llegar al mercado, coge un taxi y sube por Asin Road.

Para obtener algo de inspiración, no dudes en visitar la Galería y el Museo de Bencab. El museo, propiedad del artista nacional Ben Cabrera, se encuentra en el borde de una colina y ofrece unas vistas espectaculares de la selva y el jardín. Las obras maestras etnográficas en forma de cucharas, pipas y cuencos se exhiben junto con numerosas pinturas y esculturas.

Si quieres descubrir más a fondo la vida de Cordillera sin salir de la ciudad, no te pierdasTam-Awan Village. Aquí encontrarás réplicas de casas con techo de coco nativo y tendrás la oportunidad de conocer artistas locales.

Burnham Park, Camp John Hay y Mines View Park son lugares para descansar. En esta zona existen numerosos hoteles y casas de familia, como la cabaña de troncos parecida a The Manor y los aparthoteles Gardenville, en Green Valley. PNKYHome, por ejemplo, es un ‘bed and breakfast’ en el que te sentirás como en tu propia casa.

Un día no es suficiente en esta ciudad, así que mantén el itinerario abierto. Es posible que desees quedarte por un tiempo.