El orgullo de Puerto Princesa es el río subterráneo de Puerto Princesa, un sitio Patrimonio Mundial de la UNESCO nombrado una de las siete nuevas maravillas de la naturaleza.

El río serpentea por debajo de una cadena montañosa, atraviesa la cueva subterránea del río St. Paul y se adentra en el mar del sur de China. De él se dice que es el río subterráneo navegable más largo del mundo. El viaje a través del sistema de cuevas solo tiene 24 kilómetros de largo.

El área donde se encuentra el río subterráneo es en realidad un parque nacional y un modelo de biodiversidad. Y es que en la zona habitan más de 800 especies de plantas, incluyendo casi 300 de árboles, 195 de aves, 30 de mamíferos, 19 de reptiles y 8 especies de murciélagos.

¿Te apetece nadar? El salto a las islas es uno de los mayores atractivos de Puerto Princesa. Desde Honda Bay hay barcos que llevan a los turistas a las islas cercanas para almorzar, hacer esnórquel y nadar sin parar. Las aguas tranquilas y los fondos arenosos superan a cualquier piscina del hotel.

En Puerto Princesa también hay playas algo más alejadas y menos comerciales. Si te gusta disfrutar de impresionantes atardeceres en soledad, acércate a las de Nagtabon, Napsan y Marufinas. ¡Te encantarán!

También merece la pena visitar las islas Arena y Rasa, un santuario de tortugas y de aves, respectivamente, situadas en el municipio de Narra.

En tres horas también puedes llegar a Port Barton, en el municipio de San Vicente; una de esas estampas de postal que ha sido descrita como el sueño de cualquier mochilero. Tu único problema será tener que elegir entre nadar, bucear o columpiarte en una hamaca hasta quedarte dormido.

Echa un vistazo al legado de Puerto Princesa en Batak Cultural Village, un pueblo modelo en el que reside la comunidad Batak, una de las más antiguas de Palawan y la más pequeña de las tres principales agrupaciones indígenas. Batak Cultural Village tiene una galería y una tienda donde se venden artesanías típicas.

El complejo de Cuevas de Tabon, en el municipio de Quezon, es un importante sitio arqueológico de más de 100 hectáreas compuesto por unas 200 cuevas, aunque solo se pueden ver siete. De estas, la Cueva de Tabon fue el sitio donde se encontraron los restos del Homo sapiens más antiguo del Sudeste asiático, que datan de hace 47.000 años.

Los más valientes disfrutarán con la gastronomía exótica de la zona. El siempre popular Kinabuchs Grill and Bar sirve tamilok (lombriz) y carne de cocodrilo. Los menos atrevidos pueden dirigirse a Ka Lui y degustar sus creativos platos de mariscos.